SOLUCIONAR PROBLEMAS. UNA COLABORACIÓN DE LA INSPECCIÓN EDUCATIVA CON EL PROFESORADO.
El cambio en el paradigma de la educación es una constante. Cada día los equipos directivos y el profesorado se enfrentan a nuevas realidades, que pueden identificarse como un problema o como una oportunidad que se abre a nuevas ideas que promuevan la innovación y la participación de la comunidad educativa, bajo el ejercicio del liderazgo de quien ejerce la dirección de los centros educativos.
La educación es una realidad compleja que supone transformación en la vida de las personas, lo que conlleva un reto para la profesión docente. Una transformación que afecta al proceso de aprendizaje a lo largo de la vida; por eso requiere de una mirada amplia que supere el horizonte de una enseñanza, un curso concreto o una etapa educativa.
La mejor estrategia para abordar una respuesta de calidad e inclusiva del sistema educativo, ante los nuevos retos que le plantea una sociedad en constante cambio, será aquella que es capaz de movilizar al cuerpo docente como un todo. Aquella que atrae a profesionales con talento y comprometidos con su tarea, que genera un capital profesional con personas motivadas por buenas ideas ligadas a la acción y a la mejora de los procesos y resultados. Y ésta sería una habilidad en la que debería centrarse la inspección educativa, al ejercer la función de asesoramiento al profesorado.
La inspección educativa, se configura en la Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo, de Educación, como un factor de calidad del sistema educativo, al que los poderes públicos deberán prestar una especial atención. En este marco, la Inspección aparece junto a la cualificación y formación del profesorado, su trabajo en equipo, la dotación de recursos educativos, humanos y materiales, las condiciones ambientales y de salud del centro escolar y su entorno, la investigación, la experimentación y la renovación educativa, el fomento de la lectura y el uso de bibliotecas, la autonomía pedagógica, organizativa y de gestión, la función directiva, la orientación educativa y profesional, y la evaluación (artículo 2.2).
La Inspección de educación en el ejercicio de sus funciones y atribuciones dentro del sistema educativo ocuparía un papel transversal y clave, por el poder que se le confiere y la posibilidad de añadir valor al resto de factores de calidad, gracias a un buen uso del conocimiento jurídico, así como por el aprendizaje adquirido al estar en contacto permanente con la realidad de los centros educativos, que le permite identificar problemas y oportunidades de cambio, además de facilitar la transferencia de buenas prácticas y experiencias ente los profesionales de la educación.
En este sentido tiene capacidad para detectar las necesidades de formación y cualificación del profesorado y hacer propuestas al órgano competente.
Debe favorecer, con sus informes, que los centros educativos cuenten con los recursos humanos, educativos y materiales que permitan atender a su alumnado, en condiciones de alta calidad y equidad, en el marco que exige la legislación vigente.
Habrá de impulsar la autonomía de los centros de forma que sus recursos económicos, materiales y humanos puedan dar respuesta y viabilidad a los proyectos educativos y propuestas de organización que elaboren, una vez que sean convenientemente evaluados y valorados, acompañando con su asesoramiento a los equipos directivos y al profesorado.
De la inspección educativa se espera que contribuya a resolver los problemas de los centros educativos, que requieren soluciones específicas en diferentes ámbitos ( la orientación educativa, la tutoría, la convivencia, la metodología, etc,) en el marco del ejercicio de la autonomía, que les reconoce la Ley. Y es aquí donde juega un papel fundamental el valor añadido que puede ofrecer al profesorado, que tiene entre sus funciones las de la investigación, la experimentación y la mejora continua de los procesos de enseñanza correspondiente.
Dentro de los principios que explican la “Teoría de la Innovación”, el modelo de «solución de problemas” tiene como centro al usuario de la innovación. Parte del supuesto de que éste tenga una necesidad definida y que pueda ser satisfecha con la innovación. En consecuencia, el proceso va desde el problema al diagnóstico, luego a una prueba y finalmente a la innovación. La prueba supondría intervenir sobre determinadas variables, mediante la selección, organización y utilización creativas de recursos humanos o materiales de maneras nuevas y propias que den como resultado la conquista de un nivel más alto de calidad, con respecto a los objetivos previamente marcados (atendiendo a la definición que de la innovación, hace Richland).
Con frecuencia es necesaria y aconsejable la intervención de un agente externo de cambio que, en nuestro caso, pueden ser los inspectores de educación; quienes, partiendo de la autoevaluación en el centro educativo, asesoran a los docentes sobre posibles soluciones y estrategias basadas en evidencias. Pero lo que se considera principal, en esta teoría, es la colaboración centrada en el usuario de la innovación, que es la comunidad educativa.
Tal y como señalaba Mary Parker Follet, conocida como «la madre de la gestión moderna» se trataría de que la Inspección ejerciera el “poder con” los docentes, como fuente de nuevos descubrimientos para apoyar cambios dinámicos que benefician a estudiantes y profesorado, frente al “poder sobre” los mismos; incompatible con favorecer las aptitudes creativas de la comunidad educativa.
Quizá la principal bondad de este modelo de intervención de la inspección educativa sea la de promover centros educativos como centros comunitarios de aprendizaje permanente en los que la educación, la formación y la vida social estén estrechamente relacionadas con la comunidad a la que atienden; que asume, recíprocamente, su parte de responsabilidad en el centro como espacio de aprendizaje.
Y si te interesa leer algo más sobre la supervisión escolar que favorece la creatividad; tienes otro artículo (AQUÍ) en el Blog.
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auladeinspeccion@gmail.com
Preparador de las oposiciones de acceso al Cuerpo de Inspectores de Educación.