La participación en la evaluación de los centros educativos.
La inspección de educación tiene como función participar en la evaluación del sistema educativo y de los elementos que lo integran (artículo 153 de la LOE). La evaluación del sistema educativo tendrá, entre otras, como finalidad (artículo 140 de la LOE): contribuir a mejorar la calidad y la equidad de la educación; orientar las políticas educativas y aumentar la trasparencia y eficacia del sistema educativo.
La evaluación se extenderá a todos los ámbitos educativos regulados en esta Ley y se aplicará, entre otros ámbitos sobre los procesos de aprendizaje y resultados de los alumnos, la actividad del profesorado, los procesos educativos, la función directiva, el funcionamiento de los centros docentes (artículo 141 de la LOE).
La participación de la inspección de educación en la evaluación del sistema educativo, vendrá determinada por las diferentes administraciones en el ámbito de sus competencias, tal y como se deduce de la lectura del artículo 142 de la LOE. Atendiendo a la normativa reguladora de la organización y funcionamiento de la inspección de educación en diferentes Administraciones (entre las que podemos citar Castilla-La Mancha, Canarias o Andalucía) podemos encontrar como funciones de la inspección en este ámbito de actuación las referidas a la evaluación externa de los centros educativos sostenidos con fondos públicos de conformidad con lo previsto en los correspondientes planes generales de actuación, la evaluación de los docentes en el ejercicio de sus tareas: la función directiva y la labor profesional docente, mediante procedimientos objetivos y conocidos por los interesados, la participación en materia de supervisión y asesoramiento en los procesos de evaluación interna de los centros educativos, así como la participación en la evaluación de diagnóstico del alumnado.
La evaluación de los centros educativos es un proceso sistemático de recogida y análisis de la información, de forma fiable y válida, dirigido a facilitar la toma de decisiones para permitir una mejor respuesta del centro docente a las necesidades educativas del alumnado y a las demandas de la comunidad educativa. La evaluación de los docentes se plantea con una triple finalidad: formativa, de reconocimiento profesional y para la determinación de la competencia docente (por ejemplo en la fase de prácticas del profesorado que accede a la función docente).
La importancia de la evaluación radica en ser un medio para mejorar los centros, incrementar su eficacia y, en definitiva, lograr un sistema educativo de calidad, con equidad. Desde esta perspectiva podríamos añadir que las actuaciones dirigidas a la evaluación de los centros educativos, tendrán como finalidades:
- a) Proporcionar a los centros y a la comunidad educativa elementos que les permitan profundizar en el conocimiento y reflexionar sobre la propia acción, para poder abordar de forma coherente todas aquellas decisiones de mejora dirigidas a dar una respuesta de calidad.
- b) Poner a disposición de la Administración educativa una información suficiente, objetiva y relevante sobre los procesos y resultados relacionados con la acción educativa llevada a cabo en los centros docentes, para poder introducir los reajustes necesarios de cara a mejorar la calidad del sistema educativo.
- c) Es importante destacar la finalidad formativa que debe tener la evaluación, en cuanto que tiene que servir para perfeccionar el proceso docente y para intervenir de manera efectiva en la mejora de las instituciones escolares, pues la validez del proceso de evaluación reside fundamentalmente en su utilidad para detectar los problemas y los aciertos de las propias instituciones, así como en su capacidad para ayudar a todos los implicados a ser conscientes de ellos y poderlos superar.
- La evaluación permite realizar un diagnóstico de la realidad, detecta necesidades y provoca los procesos de investigación, la experimentación y la renovación educativa, todos ellos, factores de calidad del sistema educativo español.
La participación de la inspección de educación en la evaluación externa del sistema educativo y de los elementos que lo integran se complementa con la supervisión de la evaluación interna de los centros educativos, convirtiéndose en el necesario punto de ayuda y de contraste a la propia autoevaluación que tiene por objetivo conseguir un mejor conocimiento de la realidad de los centros educativos y del contexto en el que ejercen su actividad para que, tal y como señalamos anteriormente, desde el ejercicio de la autonomía pedagógica y organizativa, establezca una evaluación que ayude a la comunidad educativa a mejorar la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje, los resultados, la organización y funcionamiento de los centros, las relaciones con el entorno y la propia formación de docentes y de las familias.